Palpitando la temporada de asados constantes y rectilineos sin escalas, pasamos el pie del asfalto a la vereda y de la vereda al pasto. No queremos autos, ni motos, queremos una bicicleta que nos lleve al siguiente asado y alguien que nos traiga de vuelta para esperar el proximo. No queremos que se vaya el sol. Queremos sudar y andar todo el dia en cuero y en patas y que se re contra cague la subcomision de bochas. El que mate al cordero que tire la piedra y mande mensaje a todos sus amigos que alguien ya va a estar prendiendo el fuego.
Hoy no hago nada, me quedo como estoy, dejo para mañana lo que puedo hacer hoy
Zorak y las parrillas invencibles.
1 comentario:
1- ese comentario final me hace acordar mucho a un buen hombre que viste cotidianamente de camisa escocesa y jogginetas.
2- el disco es demoledor, dan ganas muchas de tomar vino tinto con mucho hielo en la vereda (mientas se lo escucha; obvio)
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