La Gota de Agua - La Violencia

Despues de un largo viaje de norte a sur a traves de la costa de Brasil me detengo en Barra de Lagoa, un pueblo pequeño en la isla de Florianopolis, al sur del pais. Empiezo a recorrer el lugar y encuentro una especie de pasaje que parecia la puerta de entrada a una selva. Empiezo a atravesar el morro por un camino lleno de barro, piedras, plantas extrañas y largartijas de varios colores. Cuando estaba a punto de rendirme, pensando en que me habia metido en una selva sin fin se empieza a abrir un claro. Me adelanto, subo a una piedra de un tamaño descomunal y vuelvo a ver el oceano. En lo que parecia la punta, el vertice de la isla, aparecieron una serie de formaciones rocosas que salian de la costa hasta adentrarse varios metros en el mar. Ahi, parado en la roca mas alta, veo a alguien soplando una especie de tronco de palmera que emitia un sonido alucinante. Como si alguien estuviera llamando a un ejercito de aborígenes para la guerra. De repente, deja el instrumento sobre la roca y se prepara para saltar al mar. Unos segundos mas tarde, la silueta se lanza al vacio con una clavado perfecto. Me acerco a la costa, me subo a la roca y me presento.

Asi conoci a La Gota de Agua, el creador de este disco. Un tipo con un lazo inquebrantable con la naturaleza, un aventurero inscansable, fabricante y ejecutor de un instrumento tan increible y desconocido para mi hasta ese momento como el Didjeridoo, un instrumento de viento que usan los aborigenes de Australia cuyo sonido te conecta inevitablemente con la tierra y te hace viajar de una manera majestuosa.

Viaje al fin de la noche

Zorak